Anoche tuve uno de esos sueños medio surrealistas que siempre quisiera tener en lugar de andar soñando que mato zombies, que soy parte de un plan secreto para dominar al mundo o mis multiples amorios jodidos que nunca pude tener y todas esas pinches cosas enfermas que me deja andar viendo películas culeras y mamonas además de pendejas.
Creo que soñé dos veces o hasta tres, pero conforme pasa el tiempo se me va olvidando así que trataré de describir lo mejor que pueda el último sueño que es el que vale la pena.
Me reunía con amigos de la prepa, aquellos mugrosos que todavía veo de repente y yo nos dirigiamos al centro de la ciudad, vestidos con nuestros trajes de gala -imaginen la camisa negra más deslavada posible con estampa de alguna banda rompe madres, jeans y creo que converse, (a wiwi, lo fresa y fashion nadie nos lo quita)- entonces llegamos al recinto más indicado para un evento de la magnitud de un concierto de... PANTERA -jaja, no mames-, ese recinto sacro era nada más y nada menos que una Iglesia. La solemnidad de la banda presente era impresionante, todos espectantes a ver a que hora llegaban los weyes de esa aclamada banda que ya no existe y no volverá a existir jamás, (debo confesar que nunca fui tan fan de los Pantera, si me pasan y eso, pero no los alabo como la gran mayoría de personas que lo hacen) así que estaba sumergido en un completo sueño surreal, de hecho no estuvo tan mal aunque los respetados musicos se presentaron justo unos segundos antes de que mi jodida alarma de cel me despertase.
Creo que no tenía mucho que escribir hoy. Jaja, pero cuando tenga avanzada edad -si llego- quisiera que alguien me leyera estas tonterías =).
It's Llochua.
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