domingo, octubre 30, 2011

Metamorféame.

No tenía ni 10 años cuando ellos desaparecieron como tales, pero su música quedó como imborrable muestra de su existencia, resistente al paso del tiempo y de las generaciones.

Recorrí un lapso de mi vida junto a ellos, inexistentes pero presentes, hasta que pensé que no podrían darme más y como todo ciclo, fueron quedando en el camino, la nostalgia, el silencio. Recuerdos bien vividos en una esquina de mi memoria.

Lo que experimenté anoche fue, en parte, esa necesidad de gritar a destiempo, de traer a mi yo de hace años a mi yo de ahora, y debo decir con todas las palabras que fue lo más parecido a una explosión interna, una avalancha de memorias que se fueron junto con mi voz hacia aquellas cinco personas, un reencuentro, un ciclo, una estampida voraz, algo necesario. Gracias y hasta pronto.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu comentario siempre será bienvenido, sólo procura no firmar como 'anónimo'. Gracias