En su breve viaje para el Vaticano, Felipe Calderón se dio tiempo para invitar a Palpatine Segundo en un momento totalmente inoportuno y de la manera más patética posible a visitar México.
En nombre de los mexicanos que estamos sufriendo debido a una ola de violencia y necesitamos de oraciones en lugar de acciones.
Obviamente el Papa como todos, no le hizo caso.
¿Pero en qué carajo estaba pensando Calderón? Mejor que nos traiga a Superman que ya no quiere ser gringo.
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jajajajajaja muy bueno, saludos =)
ResponderBorrarjajaja..
ResponderBorrarPatético!
no es algo que sorprenda pero si da risa.