Se acabó, todo terminó, fue un mes flojo en términos de fútbol con pocas emociones y apenas destellos de grandeza. Todas las cámaras del mundo iban tras de Messi, Cristiano, Kaka', Ribery, Rooney, Drogba -por nombrar algunos- y se llevarán las fotos de los que de verdad ponen el fútbol, esos locos bajitos y discretos Andrés y Xavi.
Sudáfrica fue una Copa del Mundo sui géneris, la historia no jugó con los de siempre ni como siempre. Los equipos grises fueron Inglaterra, Italia, Francia y Brasil que históricamente pelean los podios, contrariamente a lo que hicieron Eslovaquia, Nueva Zelanda, Japón, Paraguay y sobre todo Uruguay que se tomaron en serio y murieron matando.
HOLANDA 0 - 1 ESPAÑA
Pasaron del sí se puede al sí se pudo. Fácil, con un estilo de trabajo, sin burocracias estúpidas y tomándose en serio lo deportivo.
Porque no es obra de la casualidad tener canteras que formen jugadores de primerísimo nivel mundial, ni deportistas de alto rendimiento.
Felicidades a España que se sube al podio de GRANDES.
Tercer lugar:
URUGUAY 2 - 3 ALEMANIA
Premio para ambos que tal vez merecían más, Alemania repite y Uruguay dignísimo queda en la historia como uno de los equipos más hambrientos.
Bota de oro como mejor jugador: Diego FORLÁN
Goleador y mejor jugador joven: Thomas MÜLLER
Mejor arquero: Iker CASILLAS
Y de entre el Pulpo Paul, las vuvuzelas, los árbitros y el Jabulani nos llevamos a Sudáfrica para nuestra memoria mundialista.
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