La muerte es lo único seguro que tiene un ser humano a la hora de nacer. Es la ironía que todos cargamos siempre. Existen diversas explicaciones de lo que es, lo cierto es que nadie lo sabe con certeza, por eso resulta dolorosa cuando llega.
Pero así es el ciclo y tenemos que cerrarlo algún día.
Esta secuencia es un poema visual y emocional, la escena de muerte más hermosa que he visto, no hay caras largas ni tristes porque cuando uno hace ejemplar la vida no se vale entristecer esa despedida, sólo puede haber aplausos y manos diciendo hasta luego, aparte quedan esas historias que nos convierten en inmortales, las que se pasaran de generación en generación como pequeñas anécdotas familiares y de amigos porque al final sólo somos eso, pequeños fragmentos de vida, evidencia de que alguna vez existimos llamadas anécdotas.
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Yo que soy un tipo sentimental no puedo evitar llorar cada vez que veo esto, me recuerda tanto a mi abuelo que no me contengo, tanto que ahora mismo mis ojos están llenos de lágrimas. Si no la han visto ojalá puedan ver la película completa.
Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias, siguen viviendo cuando él ya no está y de ese modo el hombre se hace inmortal.
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