Lo recuerdo perfecto porque fue duro, hace un año era domingo y me despertaba de una posible desvelada de sábado, fue en una página de deportes donde me lo dijeron, una foto en grises con una cita: 'ya mi rostro de vos cierra los ojos y es una soledad tan desolada.' y ya.
Incrédulo y tal vez aún somnoliento me negué a creer lo que otras páginas más me contaban, así es, Mario Benedetti había partido.
¿Y después de todo quién iba a imaginar que estos poemas de él iban a ser míos?
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes llorar como Magdalena a un perfecto conocido que nunca conociste. Y es que después de todo y aunque me joda confesarlo la vida también es un bandoneón.
Hasta siempre Don Mario. Un año sin vos y seguimos jodidos y radiantes, tal vez más lo primero que lo segundo y también viceversa.
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