Hacer una ilustración por día durante una semana es tremendamente desgastante en muchos sentidos pero igual de divertido. Es un ejercicio único que pone a prueba tus habilidades ilustradoras al más allá.
Lo que me ha dejado esto es una satisfacción de mirar mi vida con los ojos llenos de colores, de frases tan inverosímiles como ciertas, de buscar lo absurdo en el día a día porque, después de todo ¿a quien le gusta pasar sus días grises y aburridos?. Tal vez no todo es tan aburrido como parece, que dependiendo de tu enfoque es como se muestra la realidad.
Decir que un vórtex recorre tu habitación o que te sientes feliz como una ballena no japonesa no tiene que ser tan literal como muchas de las mentes lo toman. Por ejemplo un vórtex de recuerdos, de momentos aparece mientras limpias, todo lo que se acumula durante tiempo en las esquinas de un clóset, tus viejas libretas, libros, toda tu niñez empolvada, transmitirlo y sentirlo de nuevo es vivir.
No sé cuando lo vuelva a hacer de nuevo, por ahora creo que saqué lo que debí haber sacado, nos vemos hasta otra semana de ilustración del día a dia no tan cotidiano.
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