lunes, abril 27, 2009

Diálogos con la muerte.

Uno de los tantos pex existenciales de siempre y para toda la vida será el qué es la muerte, qué es el amor, la relación del amor con la muerte, el engaño, la ilusión, Dios. Una selección de diálogos de un poeta con la muerte.

Siempre con gente jóven, te gustan los pendejos, muerte puta, muerte cruel, muerte al pedo, muerte implacable, muerte inexorable, misteriosa muerte. Muerte súbita, muerte accidental, muerte en cumplimiento del deber.


Yo no existo por mí misma, soy un instrumento.
Si no te llevo es porque todavía decís algunas palabras que impiden que te lleve, y mientras las sigas diciendo tengo prohibido tocarte.

- ¿Qué palabras? -

Con el correr del tiempo las vas a ir olvidando y ahí, vas a quedar en mi poder.


Sabés qué, me parece que sos una muerte de acá, medio berreta, medio pelotuda, poco profesional, aburrida. No sos una muerte torera, una muerte guerrillera, una muerte Formula 1, sos una muerte cola de jubilados, una muerte tristeza de manicomios, una muerte monobloc de departamentos, una muerte de barrio y de programas de televisión, una muerte mediocre, anónima, cobarde.


Aunque te portes como un niño ya no sos un niño, sos grande y ya deberías saber que el amor es una trampa, una trampa que se tiende al hombre para perpetuar la especie, es un mecanismo, un mecanismo tan necesario como el trabajo que yo hago pero no es más que eso, es sólo eso, intervengo en casos de amor, aunque a veces no sea justo.

-El amor nunca puede pasar por tus manos, la justicia nunca puede pasar por tus manos, aunque se mate en nombre de la ley y aunque se muera en nombre del amor.-


Vos me echás en cara cosas como, como si yo fuera la responsable de todo y yo sólo cumplo con mi papel, igual que vos y no sé más que vos, yo sé una parte, vos sabés otra. ¿Porqué no vas y le preguntás al responsable de todo?

-¿Y cómo lo encuentro?, dame una tarjeta para verlo de parte tuya, vos lo conocés.

Yo trabajo para él, yo no lo conozco.

-¿Trabajás para él?

Creo que si, sería horrible darse cuenta que nunca hubo nadie, que trabajo para nadie o para nada, ¿Sabés que no hay nada personal en lo que yo hago?, así que sería espantoso descubrir que cumplo ordenes que nadie ha dado.

-Una muerte preocupada por la existencia de Dios, que muerte subdesarrollada.
Porque no te comprás un lindo vestidito y nos vamos a emborrachar por ahí, y te digo esas cosas que no te dijeron nunca, te vas a olvidar de todo, si Dios existe te lo va a perdonar y si no vivís un poco. Y yo quedaría como el hombre que venció a la muerte enamorándola, cambiaría el planeta y se demostraría que un bolero es mucho más importante para la historia de la humanidad que la Marsellesa, la Internacional y todos esos himnos con los que bailaste hasta ahora.

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