"Hay hombres que luchan un día y son buenos,
hay quienes luchan muchos años y son mejores,
hay quienes luchan muchos años y son muy buenos,
pero los hay quienes luchan todos los domingos,
esos son los chidos!... Santo, el enmaaascaaaraaadoooo de plata!"
Cuando yo era niño nunca me gustaron las luchas como a la mayoría de mis vecinos, mi papá veía de repente una que otra película de El Santo en la tele y a mi se me hacían súper chafas, nunca me gustaron, y como la lucha tampoco me llamó la atención ps ni mascaras, ni luchadores, ni rings de madera en mi casa.
Años más tarde, me he dado cuenta que un luchador con máscara plateada se quedó en el corazón de miles de personas, era un ícono, un emblema de la justicia, un héroe de carne y hueso, a mis 20 años apenas me estaba dando cuenta de eso. Algo que en mi niñez desprecié o no le tomé tanta importancia.
Unas horas antes de que el comandante Ernesto Che Guevara entrara a La Habana tras la huida del dictador Fulgencio Batista, el primero de enero de 1959, en las calles de esa ciudad, Santo, El Enmascarado de Plata cayó en las garras de un grupo de maleantes, donde un científico demente lo obliga a robar una fórmula para la desintegración molecular, lo que desencadena una batalla campal para evitar que el letal invento terminara en poder de una potencia extranjera.
Lo que parecía un libreto absurdo salido de la retorcida mente de un guionista, en realidad fue una broma del azar que hizo coincidir en tiempo y espacio el nacimiento de dos mitos: el del Che como héroe de la revolución y el de El Enmascarado de Plata, que debutó en el cine con Santo contra el cerebro del mal y Santo contra los hombres infernales, filmadas simultáneamente en Cuba en aquel histórico diciembre de 1958.
Hoy día se cumplen 25 años de su ida al cielo, urge recordar el buen ejemplo en estos tiempos violentos, SALVE SANTO, regresa pronto!
-Llochua llamando a Santo, ¿me escuchas Santo?
Y se fue de la vida terrenal un personaje que burló a la realidad para convertirse en el gran ídolo de todos los mexicanos, buena parte de América Latina y algunos festivales donde se aprecia el buen cine, aquel que realmente deja historia.
El Santo, que sigue siendo inspiración de muchos luchadores y
recordado por el público a partir de los años 60 ilustró las pantallas de cine y televisión como el justiciero que, portando su máscara y atuendo plateados y sin utilizar pistolas u otro tipo de armas, vencía a sus enemigos.
Rodolfo Guzmán Huerta, su nombre real, se dice que vino a solucionar la falta de un Super Héroe para el pueblo de México, situación que fue superada para terminar siendo el gran libertario de gran parte de América Latina y algunos rincones de Europa.
Mientras Estados Unidos conformaba su fantasía creando a Superman y después a otros intergalácticos como el Capitán América y Batman, todos en dibujos animados y con armas letales, México "enviaba" a varios lugares del mundo, a El Santo, personaje de carne y hueso que imponía la justicia en base a la lucha libre y estar siempre del lado del bien.
El Enmascarado de Plata, quien hoy será recordado con una misa en Catedral y un serie de expresiones culturales, rebasó a los mismos creadores que lo llevaron a las historietas, a la pantalla grande y a la chica, por lo cual es actualmente un luchador vigente, quien junto a Blue Demon hizo una bella historia dentro del pancracio en México.
Mas info: Wikipedia
Fuente
LaJornada
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