Diego, un niño regiomontano, se las ingenió para no ir esta mañana a la escuela: se puso pegamento industrial en su mano derecha y tomó la cabecera de la cama, para quedarse pegado por espacio de dos horas.
Elementos de la Cruz Verde de Guadalupe soltaron un carcajada cuando intentaban despegar al niño, pues Diego dijo en ese momento: “es que no quería ir a la escuela... estaba muy a gusto con estas vacaciones”.
La historia ocurrió esta madrugada en la calle Hilda Anderson, del quinto sector de La Joya, en Guadalupe, cuando los socorristas tomaron la llamada de auxilio de la mamá identificada como Sandra Palacios González.
Con agua, aceite y acetona para quitar el esmalte de las uñas, los socorristas intentaron separar a Diego de la cama, pero fue esta que llegó un elemento de Protección Civil de Estado que, con un aflojatodo, pudieron despegar al menor.
Sandra Palacios explicó que por la madrugada su hijo tomó a escondidas el bote de pegamento industrial que estaba en la alacena de la cocina, y se lo derramó en la palma de su mano derecha.
“No me di cuenta que se levantó en la noche, pero me levanté porque presentía algo y fue a la recamara del niño, y vi que estaba con la tele prendida y con la mano en la cama”, dijo la madre.
Añadió que, al preguntarle por qué estaba despierto y decirle que tendría que ira clases, me contesto: “no voy a ir porque estoy pegado a la cama”.
Fue cuando Sandra tuvo que hablar a la Cruz Verde.
Después de dos hora, el niño no se salió con la suya y fue despegado, y tuvo que ir a la escuela 1 de Mayo, cerca de su casa, donde cursa el quinto año.
Fuente: El Universal
jajajaja, KE MAMADAS!!!
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